Por Antonio Perdomo Rodríguez
Hace cosa de un mes una persona comentó que no veía la manera
de “BIsibilizar” la Bisexualidad si no ere “caminando de mano por la calle dos
hombre y una mujer”, por ejemplo. No
entré a contestar el comentario pues a pesar de no estar de acuerdo, en más de
una ocasión he defendido que el “Poliamor” podría ser una manera, no exclusiva ni
excluyente, de “BIsibilizar” la Bisexualidad.
Pues bien para mi sorpresa parece ser que no es así. Ayer
salí con mi esposa y mi esposo por el ambiente “heteruzo”, no era una noche
más, pues estábamos de celebración, era nuestro aniversario, que normativas,
pueden pensar algunas, pues si cariño, es lo que tiene esto de la
decosntrucción que me deconstruyo lo que me da la gana. Bueno como decía estábamos
bailando y desde hacía rato veíamos pulular pos nuestro alrededor a “Margarita”
(nombre ficticio, por supuesto, para no desvelar la identidad de un ser tan
entrañable). Llevaba rato Bailando con mi esposa, y de cuando en cuando nos regalábamos
besos y caricias, ante la más absoluta indiferencia de lxs presentes, incluida
Margarita, que para ser francos, y sin querer pecar de falsa modestia, ya nos
había visto y había radiografiado gran parte de nuestra anatomía a mi marido y
a mí.
No recuerdo en qué momento me acerqué a mi esposo y
comenzamos a bailar, la pobre Margarita quedó catatónica, se paralizó por
completo tras un brusco gesto con el que quiso mostrar su más enérgica protesta
ante lo que estaba viendo. Cuando la pobre Margarita fue capaz de articular
palabra, lo hizo para decirnos eso NO, eso si que NO, a lo que tanto yo como mi marido respondimos regalándonos
un apasionado beso.
Margarita estaba que no podía con su vida, al cabo de un rato
se nos acerca para preguntarnos si éramos novios, a lo que le contestamos
educadamente y le narramos nuestra realidad, cuando le dijimos que éramos tres,
que éramos una trieja, su respuesta fue un grito alocado “MENTIRA, ESO NO
EXISTE” “USTEDES SON GAYS, ELLA AQUÍ SOBRA QUE YO TENGO OJO CLÍNICO”
Hoy en jornada de reflexión me pregunto ¿Qué fue lo que hizo
que el ojo enfermo de Margarita excluyera a la mujer de la relación o no a
ninguno de los dos hombres?, ¿por qué el que sobraba no era yo o mi marido sino
nuestra esposa? No me pregunto ¿por qué el ojo clínico de Margarita no vio una
trieja poliamorosa (presuntamente bisexual)? Porque a eso si tengo respuesta.
El ojo de Margarita está enfermo, enfermo de MONOSEXISMO, enfermo de Monogamia.
El ojo de Margarita no es capaz de ver una relación de más de dos personas, y
por supuesto no es capaz de ver la bisexualidad, aunque la tenga a tres palmos
de sus alcoholizadas narices.
¿Pero que fue lo que llevo a Margarita a excluir a la mujer y
no a uno de los hombres? Pues partiendo de que el ojo de Margarita es monógamo y
monosexual. Creo que lo que la llevo a excluir a la mujer fue el impacto, el
impacto de ver a dos hombres besándose, que ella leyó gays, en el gueto hetero.
Esto reafirma mi pensamiento de que el gueto hetero aún no está preparado para
recibirnos completxs, nos dejan estar, vivir y convivir entre ellxs pero no nos
permiten expresarnos libremente, la libre expresión de nuestra sexualidad sigue
molestando.
Para concluir me gustaría lanzar una pregunta a la reflexión,
¿Somos capaces de visibilizar lo que
expresamos o expresamos lo que el ojo
enfermo de Margarita es capaz de visibilizar?